Guía de posiciones sexuales que equilibran comodidad y placer
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Si el sexo te resulta incómodo, quizá sea momento de cambiar de posición
A menudo pasamos por alto una verdad simple: no todas las molestias durante el sexo se deben a problemas emocionales o de pareja. Muchas veces, se trata simplemente de una postura inadecuada, algo que no se adapta a las necesidades de tu cuerpo.
Elegir una postura no se trata solo de "añadir variedad". Afecta directamente a si puedes relajarte, disfrutar e incluso experimentar placer.
La Dra. Laurie Mintz, sexóloga clínica estadounidense y autora de Becoming Cliterate , lo expresa así:
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Cuando empezamos a elegir posiciones en función de cómo queremos sentirnos, en lugar de lo que hacen los demás, es cuando realmente empezamos a honrar nuestras propias necesidades sexuales.
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La Dra. Emily Nagoski, autora de Come As You Are , enfatiza que la mayoría de las personas con vulva alcanzan el orgasmo mediante la estimulación del clítoris, no solo con la penetración. Así que, si has estado probando una "posición clásica" pero aún no sientes suficiente placer, no es tu culpa ni lo estás haciendo mal; simplemente no has encontrado la posición que mejor se adapta a tu cuerpo.
Si buscas aliviar las molestias o la sequedad durante las relaciones sexuales, intenta centrarte en tres áreas clave: comunicación, lubricación y nuevas posturas. Hoy profundizamos en la tercera (las posturas) y te ofrecemos un nuevo y efectivo plan para explorar.
¿Quieres durar más? Estas posiciones te ayudan a jugar a largo plazo.
Durar más no se trata de contenerse, sino de encontrar el ritmo y el nivel de estimulación adecuados. Las posturas son la mejor herramienta para perfeccionar ambos.
Perrito perezoso
Te recuestas boca abajo en la cama y tu pareja te penetra por detrás, colocándose suavemente sobre ti. El contacto corporal completo se siente íntimo, pero el ángulo limita la profundidad de la penetración, ideal para aumentar el placer sin llegar al clímax demasiado rápido.
Es ideal para combinar con un vibrador: coloca uno pequeño debajo de la pelvis para una estimulación constante del clítoris o el perineo, mientras tu pareja te empuja lentamente desde atrás. Las múltiples sensaciones pueden prolongar la experiencia y darte esa sensación de "podría correrme tres veces más y aún quiero más".
Mesa para dos
Esta posición de pie tiene un gran impacto visual: estás inclinado sobre una mesa, con tu pareja de pie detrás. Crea una potente sensación de "ser poseído" y funciona especialmente bien para juegos BDSM suaves.
Añade esposas para mantener las manos en su sitio o usa una venda para aumentar la anticipación. Una funda para el pene puede ayudar a tu pareja a durar más, y un vibrador bien colocado en el borde de la mesa puede convertir cada embestida en un temblor de cuerpo entero.
Planeador fácil
Tu pareja se sienta en una silla firme y tú te sientas a horcajadas sobre ella. Esta posición se basa en movimientos lentos y suaves. Puedes optar por la penetración o simplemente rozarla, dejando que tu perineo y clítoris encuentren su propio ritmo.
También es perfecto para integrar juguetes y elementos eróticos. Ata tus muñecas para ceder el control a tu pareja o prueba pinzas para pezones para sincronizar la estimulación pectoral y pélvica. Agrega un lubricante retardante o un anillo para el pene para prolongar el momento y dejar que el placer te recorra.
¿Quieres relajarte? Estas posiciones te ayudan a encontrar el placer.
El sexo de calidad empieza con la comodidad. No todos los encuentros tienen que ser un espectáculo. A veces, el ángulo perfecto o una caricia suave bastan para sumergirse en el momento.
Apóyate en mí
Esta es una opción ideal para las transiciones del beso al sexo. Imagínate de pie en la cocina, junto a la ventana o frente al espejo del baño. Se están besando, acercándose lentamente. Una persona se apoya en una superficie, la otra levanta una pierna, los cuerpos se tocan; la penetración es suave y opcional. La magia está en la cercanía.
Incluso sin penetración, el roce de pie, los empujes suaves o el simple contacto corporal pueden calentar todo el sistema, lo que resulta perfecto para sesiones largas y de desarrollo lento.
Abrazo lateral
Si buscas relajarte durante la penetración, las posiciones de lado son ideales. Acuéstense uno frente al otro, con los cuerpos juntos, con una penetración suave, o prueba la cucharita por detrás para un ritmo más lento y suave.
Es ideal cuando buscas mínima fricción y una intimidad más profunda. Usa las manos para marcar el ritmo o añade una almohada o un juguete entre los muslos y las caderas para mayor amortiguación y soporte. Con menos esfuerzo físico, sentirás cada sutil cambio con mayor intensidad.
El dúo
Este es un clásico versátil: te recuestas boca arriba con las piernas abiertas, con tu pareja arrodillada entre ellas. Es sencillo, pero ofrece muchísima libertad. Puedes optar por una penetración completa o simplemente frotar sus vulvas para una estimulación externa.
Genial con juguetes: prueba la estimulación manual o con vibrador en el clítoris mientras te penetran, o añade pinzas para pezones, cubitos de hielo u otros juegos sensoriales. Incluso puedes usar antifaces o tapones para los oídos para intensificar las sensaciones táctiles y desconectar de todo lo demás.
El conejo
Tu pareja se arrodilla y tú te sientas de espaldas sobre sus muslos. Tú controlas la profundidad, el ritmo y la velocidad, y es perfecto para incorporar la estimulación del clítoris con un vibrador.
Esta posición funciona de maravilla como una postura de "masturbación extra": no tienes que depender completamente de tu pareja. Tus propios movimientos, presión y control muscular pueden generar capas de sensaciones. Es una excelente manera de explorar el edging y controlar el orgasmo.
¿Aún te duele? Olvídate de la penetración por completo.
Si la penetración sigue siendo dolorosa, pausa. El sexo con penetración no es el único tipo de sexo. Prueba el 69, deja que tu pareja te monte la cara o usa combinaciones de manos, boca y juguetes que te lleven directamente al placer.
El juego anal es otra opción (¡recuerda: la higiene siempre es lo primero!). No lo olvides: el buen sexo no se trata de "hacer lo correcto", sino de encontrar la ruta que mejor se adapte a tu cuerpo.
Una verdad final que vale la pena repetir
El sexo nunca debería ser cuestión de aguantar, tolerar ni actuar. El verdadero placer surge cuando ambos se sienten seguros, abiertos y curiosos. Cambiar de postura no se trata de trucos ostentosos, sino de reconectar con el verdadero propósito del sexo: sentir el cuerpo del otro, dar y recibir placer, y descubrir qué es lo que les hace sentir bien.
Así que la próxima vez que algo no te encaje, algo que no esté del todo bien o que simplemente no te impacte, atrévete. Prueba un nuevo ángulo. Ese momento de "no sabía que podía sentirse tan bien" podría estar esperándote a solo una posición de distancia.