
¡Cuando el orgasmo no es el fin! Desvelando el mecanismo del placer de la tortura postorgásmica
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¿Por qué somos “demasiado sensibles” después de la tortura del orgasmo?
Cuando una persona alcanza el orgasmo, el cerebro libera una gran cantidad de neurotransmisores, como dopamina, oxitocina y endorfinas. La intensa excitación que provoca el orgasmo es, en realidad, una descarga concentrada de todo el sistema nervioso. Inmediatamente después, el cuerpo entra en la llamada "fase de fatiga nerviosa", en la que las terminaciones nerviosas, especialmente en los órganos sexuales, se vuelven extraordinariamente sensibles durante un breve periodo.

La sensibilidad posorgásmica no se trata solo de dolor; es una respuesta neuronal compleja y muy individualizada. En este punto, el cuerpo no se ha recuperado completamente del orgasmo; el sistema nervioso simpático permanece excitado, manteniendo la alerta y la tensión muscular.

Además, zonas como el clítoris, densamente poblado de terminaciones nerviosas (con más de 8000, el doble que el glande), siguen siendo muy sensibles. Sumado al flujo sanguíneo residual del orgasmo, estas zonas siguen congestionadas.

La estimulación durante esta fase es percibida por el cerebro como una "señal mixta de placer y dolor". El Dr. Barry Komisaruk, investigador sexual, ha señalado que la actividad nerviosa del clítoris permanece intensificada después del orgasmo, y la tolerancia individual a la "estimulación excesiva" varía, por lo que es especialmente importante incorporar pausas y ritmos suaves durante las interacciones íntimas.
¿Por qué a algunas personas les gusta esta “tortura”?
El orgasmo no es el final, sino un punto de partida para una mayor exploración.
Muchas personas ven el orgasmo como un momento de “liberación” y “relajación”, pero para otras, la “réplica” (tiempo postorgásmico o POT) se convierte en la puerta de entrada a un placer aún más profundo.

Según un estudio de 2021 en Archives of Sexual Behavior con 2.300 participantes con preferencias sexuales, el 27% dijo que la sensibilidad residual después del orgasmo era una fuente de excitación para que siguieran interactuando, y casi la mitad de estos individuos preferían seguir recibiendo estimulación durante esta fase, explorando sus límites físicos.
Para algunos, la necesidad de un umbral de placer más alto los impulsa a buscar formas más fuertes, más profundas o psicológicamente intensas de "satisfacerse".
Disfrutando de la dinámica psicológica del control/pérdida de control: Especialmente en escenariosBDSM , el POT se convierte en una herramienta para que la pareja dominante controle el ritmo, y permite que el sumiso experimente una mezcla de vergüenza, sumisión y placer durante la mayor sensibilidad posterior al orgasmo.
Fascinación por el “juego al límite”: para algunos, no se trata de disfrutar del dolor, sino más bien de volverse adictos a la sensación de ser llevados hasta los límites del cuerpo y los sentidos.

Es importante destacar que el POT no se trata de "soportar la incomodidad", sino de una "transición sensual" basada en la confianza, la comunicación y el respeto por el cuerpo. Esta experiencia es ideal para parejas que desean convertir el sexo en un juego psicológico más profundo, pero no es algo que todos necesiten ni para lo que sean aptos.
Experiencias postorgásmicas en distintos géneros
Estado postorgásmico de los dueños de pene: de la sensibilidad a la intocabilidad
Para quienes tienen pene, la primera reacción después del orgasmo suele ser una sensibilidad excesiva, especialmente en el glande. Este período, conocido como período refractario poseyaculatorio, es cuando el pene no puede volver a tener una erección inmediata e incluso puede rechazar cualquier contacto. Las investigaciones indican que la mayoría de las personas en esta fase necesitan entre 10 minutos y varias horas de descanso para recuperar la excitación sexual.

Sin embargo, la sensibilidad posorgásmica no necesariamente indica el fin del juego. Algunos usuarios de pene exploran caminos hacia un placer prolongado durante esta fase refractaria, incluso provocando orgasmos múltiples. Técnicas como usar un anillo vibrador para mantener una erección parcial, lamer suavemente el borde del glande o aplicar estimulación eléctrica de baja frecuencia para crear placer límite pueden abrir camino a una nueva aventura erótica que equilibra comodidad y desafío, aunque estos métodos requieren resistencia psicológica y física.
Estado posorgásmico de los dueños de clítoris: curva de sensibilidad sobresaturada
Para quienes tienen clítoris, el posorgasmo suele provocar un estado de hipersensibilidad o saturación de placer, donde incluso el roce más leve puede provocar una respuesta de retirada. Esta evitación instintiva es, en realidad, un mecanismo de autoprotección. Sin embargo, debido a esto, una estimulación indirecta y más suave puede abrir la puerta a un placer continuo.

Para quienes tienen clítoris, el "período sensible" posterior al orgasmo no siempre requiere una retirada total del tacto. Si se aborda con una estimulación delicada y sutil, el placer puede resurgir. Técnicas como usar un masajeador vibratorio de baja frecuencia en el perímetro del clítoris en lugar de directamente en el centro, usar juguetes de succión para simular suaves sensaciones orales o cepillar suavemente la zona con un cepillo suave pueden inducir un tipo de "orgasmo de temblor", una experiencia en la que el placer se irradia desde la zona localizada a todo el cuerpo, acompañado de leves estremecimientos, convulsiones profundas y oleadas emocionales, reavivando el resplandor del placer.
Momento de sensibilidad tras el orgasmo clitoriano: construyendo un vínculo emocional más profundo
El momento de alta sensibilidad tras el orgasmo no es solo un desafío físico, sino también una prueba de confianza e intimidad. Explorar los límites entre el placer y la incomodidad no es una tortura, sino un arte erótico que requiere una comunicación profunda y respeto mutuo. Con palabras de seguridad claras, señales mutuas y la atención a las reacciones corporales del otro, esta dinámica de control y entrega puede profundizar el vínculo y la comprensión entre la pareja.
Si tú o tu pareja están interesados en esta experiencia, consideren comenzar con un experimento suave, grabando y ajustando gradualmente, y descubriendo su ritmo durante esta exploración que rompe los límites. LustBond ofrece una variedad de herramientas diseñadas para la estimulación del periodo sensible, desde suaves juguetes vibradores hasta accesorios BDSM de presión ajustable, lo que les ayudará a embarcarse en esta exploración de forma más segura y placentera.